La misión nuestra

El pase de diapositivas requiere JavaScript.

“Serás periodista” y la afirmación se hizo certeza cinco años después. Se es periodista a tiempo completo. Entonces, cuando llegan días grises como estos en los que tienes que recibir en el tránsito hacia la gloria definitiva a tu hombre (y lo digo con la seguridad de que a lo largo de 58 ha sido el hombre de muchas niñas, como cantó Carilda), quieres desmembrar tu ser, para hacer periodismo y para sentir con entrañas de nación.

Por eso cuando tienes que dejar la plaza y volver a la redacción sabes que haces bien, pero sabes también que dejas tu corazón detrás. Sobre todo cuando te repites una y otra vez una escena: mientras se coreaba “yo soy Fidel” hay un niño que acompaña la sinfonía, y al terminar grita bien fuerte «yo quiero ser Fidel», si eso no es amor, entonces, yo no sé….

Así que cuando el cierre de una edición especial de Adelante da un respiro sabes que tienes que hacerle caso al cuerpo y volver donde está tu corazón. Entonces, una vez más, sucede la maravilla…

Al calor de tres velas tus amigos, periodistas también que no pudieron desmembrarse hasta terminar su labor, hacen historias, y hablan de Fidel, en presente, como debe ser, con risas, como debe ser, con fuerza, como debe ser.

Alrededor sigues viendo los mismos rostros que dejaste tres horas atrás. No importa que ya sean las 3:00 a.m., todos siguen en la plaza, en círculos, caminando, bajo sombrillas pegados a la fuente, cerca del Fidel luz que nos alumbra, pegados a Agramonte para sentir al Fidel cuerpo más dentro, seguros de que ese es su lugar en el mundo, el único donde este amanecer los debe sorprender.

Por eso sabes que tu hombre no se equivocó a los 27 cuando asaltó el Moncada, ni a los 36 cuando hizo de Girón la gran derrota del imperialismo, ni siquiera a los 89 cuando le dijo a Maduro y a Evo que había cumplido su misión.

Yo lo sé, yo lo entendí en la plaza. Lo vi en los rostros de todos los que estábamos: hay sucesión, hay vanguardia para seguir levantando banderas. Entonces recordé la afirmación, y me hizo feliz ser periodista: yo contaré las proezas de los nuevos Fidel de 27, de 36…. de siempre.

img_20161202_033424

 

Acerca de lamariposacubana

Periodista. Adoro las mariposas y a mi familia (la de sangre y la que la vida ha puesto delante de mí: los amigos). Me encanta escribir. Orgullosa de ser hija, amiga, tía y hermana. Redondamente feliz de ser cubana.
Esta entrada fue publicada en Mi Cuba insomne y etiquetada , , , , . Guarda el enlace permanente.

Deja un comentario