No te quiero paradigma, ni ícono, o altar. Te quiero hombre, de carnes y huesos, de miedos y sentires, de audacias y entereza.
Te quiero ser capaz de amar, de sacrificar, de luchar con corajes de mil batallas, de poner el alma de prueba y echar a andar a multitudes con el ejemplo.
Te quiero jinete de la caballería mambisa de todos los siglos. Te quiero como consejero, para saber si vamos bien. Te quiero para derribar las paredes de todos los lastres de cualquier tiempo.
Te quiero leal y justo, te quiero hijo y hermano, novio y amigo.
No, no te quiero muerto a los 27, te quiero vivo cada 6 de febrero. Te quiero pueblo, y el pueblo te quiere Kmilo.
La mariposa cubana 
contaba un profesor o profesora (ya no recuerdo bien) de 1er año en clase de Historia que Camilo era el tipo más jaranero que había pero que era muy disciplinado… dicen que una noche lo fueron a buscar a su cabaña y vieron entre las sábanas los cabellos hermosos y sedosos de alguna amante afortunada y con vergüenza retrocedieron… al momento el del sombrero alón resurgió entre las sábanas preguntando quién lo buscaba… no había tal doncella, era la cabellera hermosa del héroe de Yaguajay la que descansaba entre las sábanas.
Todos rieron porque Camilo al parecer era tremendo O.O
Era, indiscutiblemente, un gran hombre