Regresar a casa es un acto de amor y de deuda. La Vocacional es mi hogar, el lugar donde dejé mis mejores años, y donde hice mis mejores amigos, los que sé estarán toda la vida.
Volver se ha convertido en un ejercicio contra la nostalgia: el docente, los profes, los aéreos, el uniforme… volver es un regresar al principio para convencerme de lo mismo: amo mi escuela, y amo el hecho de que siempre seré una vocacional.
Por eso este un espacio para remembranzas de ese lugar común tan amado, por eso aquí escribiremso mis alumnos y yo sobre las huellas que nos deja dentro La Vocacional.