Para Carmen Luisa
de tu mamá, a hurtadillas, sin que lo sepas, hasta su debido momento.
La felicidad que me embarga es extraordinaria, hoy mi adorada Carmen Luisa cumple 25 años. Mi pequeñita, sencillamente, mi bien amada hija, cumple años, y no importa la cantidad que sea, yo voy a celebrar siempre ese día.
El embarazo fue, como se dice “contra todas las mareas”, por el alto riesgo obstétrico que significaba para mi, por el sacrificio de estar 5 meses de reposo absoluto, por el esfuerzo mayor de criar a una pequeña en pleno período especial que no estuviera privada de los elementos especiales y esenciales para el desarrollo de una niñez, adolescencia y juventud, placenteras y formadoras.
Por eso, cuando la veo, antes como estudiante y hace 2 años como trabajadora, desempeñando su profesión de periodista y las funciones adicionales a la misma, con el optimismo y fuerza que lo hace, con esa luz y brillo en su mirada, con bondad y a la vez con firmeza y decisión en las acciones que emprende, considero que lo más maravilloso que me ha pasado en la vida, a pesar del esfuerzo por mis limitaciones de salud y por la edad, y por las privaciones que se han presentado en estos 25 años, es ella en su pequeña inmensa persona. Sí, valió la pena.
Y que conste aquí que aunque yo llegue tarde a la republicación vía wordpress, la primera luz este texto la vió en feisbu con mi ayudita 😉 😉 😉 así que me merezco una cuotica del mérito jejejejeje. Las quiero, las quiero mucho a las dos. Muasssss
Lo sé, me too