Con 11 años no tenía ni la más remota idea de en lo que me estaba metiendo. Sabia que era serio, no era un chiste, pero la dimensión, me faltarían años para entenderla. Con el mayor de los gustos y el placer más grande del mundo cargué a Rafael Alejandro y a sus 28 días de nacido acepté ser su madrina.
Cuando no levantaba un comino del piso me daba hasta gracia cuando me decía: “tía-madrina”, ahora lo acortó a “madrina” y me seduce con un tono meloso cuando quiere algo, igual me abre sus ojos saltones y me hace como el gato de los muñes.
Hoy desperté con la adrenalina al full. Quise levantar al día y casi amanecí en su casa.
Mi pequeño, mi pitufo, mi coso bello, mi cuchufleto ya no es tan niño, está creciendo entre mis manos. Hoy empezó la secundaria básica, ya es oficialmente todo un huevo frito, y yo aguanté las lágrimas y el brinco en mi corazón.
Mi pequeño hijo, qué si no es ser madrina, dentro de nada será médico, o piloto, o pintor, o lo que su estudio y su dedicación lo lleven a ser; pero hoy, empezó la secundaria, otra enseñanza, un nuevo día y yo quiero recordarlo por siempre. Estas son sus primeras fotos de huevo frito.
Ayer, él, adolescente en pleno apogeo, entabló una discusión conmigo y aseguró su carta de triunfo cuando me dijo “madrina, las cosas en la escuela eran así antes, cuando tú estudiaste”.
se nos van de las manos mi Mariposa. se nos van y cuando te das cuenta nos ponemos viejos , te acuerdas cuandonestabamos en la secundaria , jajajaja madre mia que se nos van . los añoossssssssssssssssssssssss. un beso
Jaja, se nos van y no vuelven…. ufff, jajaj.. mariposas Palmera, mariposas
jajajajajaja bueno que vuelvan ya es cuestion de hacerlos volver jjajaja un beso
Jaaj, así mismo