Soy adicta a la puntualidad, al tiempo preciso para cada cosa. Mi reloj vive adelantado, y esperar es como caer en una depresión espantosa.
Cuando conocí a Erick Sánchez durante meses siempre iniciaba todas las conversaciones por el placer que me dio descubrir su exactitud inglesa para las citas. Ya no existen muchos horarios y minuteros precisos, y las buenas horas están pidiendo la baja en masa, y yo me desespero-pero y me precipito-pito con eso.
La Tunie y la Yuya dicen que conmigo las actividades hay que programarlas con antelación, ni siquiera la buena noticia de una fiesta tiene un efecto fiestero en mí si se planifica de momento. Es que todo tiene su tiempo…
Por ejemplo, ¿un puerquito no se asa en una hora, verdad?, pero, ojalá que un cake se hiciera en un minuto (sobre todo las delicias que hace mi mami)…. bueno, perdonen, soy adicta al tiempo…. y a los dulces también.
Me uno a tu adicción…me pasa lo mismo…..
A veces es difícil, pero es una buena adicción, ¿verdad?
Te diré..que estoy casada con el ser mas puntual del planeta..así que me mantengo con los pelos. De puntacadavz que salimos….tengo que ejercer una presión que no te imaginas para mas o menos llegar a tiempo….
Me imagino, yo siempre salgo con un grupo de amigas, y de todas las más quisquillosas con la puntualidad somos dos, y siempre es terrible esperar; pero estoy segura que tu esposo te perdona los minuticos de retraso, ¡pero mis amigas a veces se demoran una hora o más!, jjaja… terrible… un beso para ti y para tu peque…. mariposas