Ella no se iba a bañar, no, pero no pudo resistirse, la costumbre fue mayor.
En honor a la verdad quien puso más empeño en sacarle sus mejores maravillas al mar fue mi ma. La primera negativa de regalo (conchas y caracolas) no fue suficiente para que esta Loredo mía se detuviera, así, sin más, después de 63 años qué poco la conoce el mar.
Planeó su estrategia: quedarse en la misma orillita donde rompen las olas y la arena es más gordita, allí sabía que tenían que estar ocultos los tesoros. Algunas buenas piezas ganó en este combate.
Ella no se iba a bañar, no; pero no pudo resistirse a cazarme algunas caracolas.
bueno, a ti y a la Yuya, que al final terminó siendo la tesorera del botín. Un beso grande pa mami Bebe, la mejor cazacaracolas del mundoooooo
Guataca….
Muy linda la crónica a tu mami. He disfrutado leyendo tu blog. Un abrazo desde Pinar del Río.
http://oasisdeisa.wordpress.com
Gracias, regresa cuando quieras, mariposas