Botellas

El cartero, la cartera en este caso, no tocó dos veces, no le dimos tiempo. La Tunie y yo le salimos al paso y la sorprendimos exigiendo nuestras botellas.

Sí, las cartas eran botellas que, por esta vez, Leydi, o Leydita como le dice la Nube y esta Mariposa copiona, no lanzó al mar sino a la mismísima barriga de la Isla.

Llegaron envueltas en un sobre color cartucho con apuntes referenciales: Para Mila de Leydi; y es que el caimanero nuestro guardaba el secreto de esta entrega.

Para que dilatar el clímax más, hubo fiesta en la redacción, todos llenitos de botellas. Roge llamó a la botellera “dulce”, Mila esperó callado su trago y sé que brincó por dentro, pero es que él es tan sencillo que no se permite más expresión que su modestia.

Alejo posó para una foto imaginaria, Teresa mostró su mejor sonrisa y sus “hoyitos” más profundos.

Tunie y yo, carteras por designación repartimos orgullosas las botellas, los libros de Yamil Díaz Gómez, con el gusto de haber dado el palo periodístico de haber recibido las cartas primero.

Acerca de lamariposacubana

Periodista. Adoro las mariposas y a mi familia (la de sangre y la que la vida ha puesto delante de mí: los amigos). Me encanta escribir. Orgullosa de ser hija, amiga, tía y hermana. Redondamente feliz de ser cubana.
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5 respuestas a Botellas

  1. alejo3399 dijo:

    gracias a leydis por el gesto y a díaz por las crónicas excelntes

  2. Gracias a ustedes por permitirme acercarme de cuando en vez a Camaguey. Ah, qué bueno que ya llegaron, aunque atrasados, mis abrazos… temía que se echaran a perder. Y qué bueno tener un cómplice tan caballero como Enrique, que no habló aunque ustedes amenazaran con torturarlo.
    Hay personas que me han reclamado cómo yo me entrego a confiar en las personas que apenas conozco, o en quienes nunca he visto. Es sencillo: solo confío en las personas buenas… tengo un detector de sensibilidades… Y a ustedes, todos, los quiero. Y como los leo, los pienso, y los extraño, quise escribirles a cada uno, aunque el libro de Yamil Díaz sea común para todos (es que quería que cada cual tuviera el suyo)
    Un abrazo, y gracias por dejar mi huella en tus vuelos de mariposa.

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